La Ruta del Ron en República Dominicana: Descubriendo el Néctar Dorado
- Live Room
- 4 sept 2023
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 23 ene 2024
La República Dominicana, con sus playas de arena blanca y su vibrante cultura caribeña, no solo es conocida por su belleza natural. Este país también es famoso por la producción de uno de los rones más exquisitos del mundo.

La historia de este néctar dorado se entrelaza con la historia de la nación, y hay una ruta especial que lleva a los visitantes a descubrir los secretos detrás de su fabricación: La Ruta del Ron.
Hace siglos, en el apogeo de la era colonial, los españoles introdujeron la caña de azúcar en la isla. Con el tiempo, los dominicanos descubrieron que, además de producir azúcar, podían fermentar y destilar el jugo de la caña para producir ron. Así nació la tradición de la destilación de ron en la República Dominicana.
Empezamos nuestro viaje en una antigua hacienda en las afueras de Santo Domingo. Aquí, los campos de caña de azúcar se extienden hasta donde alcanza la vista, bailando al compás del viento. Esta hacienda ha estado en manos de la misma familia durante generaciones, y cada generación ha aportado algo a la receta del ron, perfeccionando su sabor y calidad.

Al entrar en la destilería, el olor dulce y robusto del ron inunda el aire. Puedes escuchar el burbujeo de los alambiques y ver cómo el líquido dorado se destila, goteando lentamente en barriles de roble para su envejecimiento. Aquí, el tiempo parece detenerse. El ron se envejece durante años, adquiriendo sabores ricos y complejos de la madera.
Después de aprender sobre el proceso de destilación, la siguiente parada es la cava. Aquí, en la penumbra, los barriles reposan en filas ordenadas. Cada barril tiene una historia que contar. Algunos han estado aquí durante décadas, esperando el momento perfecto para ser abiertos.
La Ruta del Ron no estaría completa sin una degustación. Los visitantes tienen la oportunidad de saborear diferentes tipos de rones, desde los más jóvenes hasta los añejos que han sido cuidadosamente envejecidos durante años. Cada sorbo revela notas de caramelo, vainilla, frutas y especias.

Pero la Ruta del Ron no es solo una experiencia para el paladar. Es un viaje a través del tiempo, una oportunidad para conectar con la rica historia y cultura de la República Dominicana. Al final del día, más que una botella de ron, los visitantes se llevan consigo historias y recuerdos que durarán toda la vida.
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